MI NORTE
Y MI SUR
Mi alma estaba a punto de arrojarse a la vía del tren,
pero tú la rescataste de ese abismo
al que todos estamos abocados
muchos días de nuestra vida.
Tu amor era un cheque en blanco al portador,
un soplo de aire puro en esta cárcel
de humo que es esta ciudad.
Pero un día tiramos la llave de nuestro amor al mar,
la dejamos ahogar y no nos importó,
lo dejamos morir como a un ave,
que choca contra el muro de la desidia
como a un ratón que se cansa de rodar y rodar
en la rueda de la indiferencia.
Ahora, mi Norte me dice que no debo
soñarte, añorarte ni llorarte.
Pero mi Sur me suplica que te busque
y que follemos hasta caer exhaustos
en el arcén de nuestra cama.
pero tú la rescataste de ese abismo
al que todos estamos abocados
muchos días de nuestra vida.
Tu amor era un cheque en blanco al portador,
un soplo de aire puro en esta cárcel
de humo que es esta ciudad.
Pero un día tiramos la llave de nuestro amor al mar,
la dejamos ahogar y no nos importó,
lo dejamos morir como a un ave,
que choca contra el muro de la desidia
como a un ratón que se cansa de rodar y rodar
en la rueda de la indiferencia.
Ahora, mi Norte me dice que no debo
soñarte, añorarte ni llorarte.
Pero mi Sur me suplica que te busque
y que follemos hasta caer exhaustos
en el arcén de nuestra cama.
Antonio Rodríguez Álamo
Comentarios
Publicar un comentario