RESACA DE AMOR
El olor a tierra mojada me despierta una mañana,
es lunes y las nubes empiezan la semana llorando,
lloran por la resaca de amor que tú y yo tuvimos ayer.
Por ese roce de tu cuerpo contra el mío a medianoche,
con ese despertar violento entre las sábanas de seda,
y el sabor de tus dulces pezones saboreados por mi lengua.
Por el gemir de tus labios húmedos frente a los míos.
Por nuestras salivas enlazadas que son como las olas
de un mar embravecido, en una playa donde
cada grano de arena es un “Te Quiero”.
Esas palabras entrecortadas con la llegada de un orgasmo mutuo,
como un volcán que fluye lava dentro de ti y que llega
como un tren descarrilado que hace que tu cuerpo y el mío,
se retuerzan de placer y seamos un solo cuerpo,
una sola mirada y un corazón que laten al unísono.
Donde tu sudor y mi sudor se unen en armonía
para hacer el perfecto elixir de amor.
es lunes y las nubes empiezan la semana llorando,
lloran por la resaca de amor que tú y yo tuvimos ayer.
Por ese roce de tu cuerpo contra el mío a medianoche,
con ese despertar violento entre las sábanas de seda,
y el sabor de tus dulces pezones saboreados por mi lengua.
Por el gemir de tus labios húmedos frente a los míos.
Por nuestras salivas enlazadas que son como las olas
de un mar embravecido, en una playa donde
cada grano de arena es un “Te Quiero”.
Esas palabras entrecortadas con la llegada de un orgasmo mutuo,
como un volcán que fluye lava dentro de ti y que llega
como un tren descarrilado que hace que tu cuerpo y el mío,
se retuerzan de placer y seamos un solo cuerpo,
una sola mirada y un corazón que laten al unísono.
Donde tu sudor y mi sudor se unen en armonía
para hacer el perfecto elixir de amor.
Antonio Rodríguez Álamo
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