EN SUEÑOS



EN SUEÑOS

Todavía te sigo viendo
en mis húmedos sueños,
vestida como deseo encontrarte
al desvelarme en la madrugada,
abrazada a mi camisa
impregnada con tu perfume
que horas antes, mi lengua,
había saboreado en tu tersa piel.

Con la yema de mis dedos
conocía de memoria
cada centímetro
de tu ardiente cuerpo,
que pegado al mío,
nos fundía en una obra
del mejor escultor.

Desnudábamos nuestros deseos
junto al espejo
de aquella habitación de hotel
donde acudíamos
cuando nuestro deseo
era más fuerte
que nuestro pudor.

Porque desde hace tiempo
moría por el perfil de tus labios,
añorando que por fin,
eso sueños se hicieran realidad.


Octubre 2013
Antonio Rodríguez Álamo

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