TU CUERPO
a las primeras gotas de lluvia,
donde al respirar,
me impregno con tu aroma
de olor a azahar.
Y huele a miel,
cuando los dos desnudos,
colocados frente a frente,
reflejados en el espejo
no me dejas de acariciar.
Y huele a jazmín,
por donde paseo
un rato cada noche
para disfrutar,
de tu florido jardín.
Y huele a mar,
en el que yo me ahogo
antes de llegar
a la orilla de tus pechos,
donde me haces revivir
cada día, en mi despertar.
Enero 2014
Antonio Rodríguez Álamo
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