LA BARRA DEL BAR


LA BARRA DEL BAR

Desdicha el conocernos
aquella madrugada,
detrás de esa mugrienta barra,
saturada de amores caducados,
y caricias de segunda mano.
Allí nos fuimos a dar
nuestros besos más límpidos,
en esas húmedas noches de Febrero,
y que nos transportaban
hasta una lúgubre habitación.
Que idiotas fuimos,
queriendo aparentar
algo que no éramos,
que no necesitábamos,
demostrándonos el uno al otro
que solo seríamos
una muesca más
en esa barra de bar.

Febrero 2014
Antonio Rodríguez Álamo

Comentarios