PROHIBIDA

PROHIBIDA

Eres para mí
como la fruta del prohibido jardín,
no poderte tocar,
besar, abrazar, acariciar,
disfrutar de tus labios
protegidos con carmín
ni hacerte el amor al despertar,
son para mí,
la mayor de las condenas.
Prohibida como rebasar la velocidad
para llegar antes junto a ti,
emborracharme con tu aroma
teniendo una dulce resaca
o atracar el mayor  banco de sentimientos
que es tu propio corazón.
Cuanto más prohibida eres para mí,
más te deseo,
más necesito infringir las normas,
arrancar estas ataduras, liberarme
y hacerte mía para siempre.

Antonio Rodríguez Álamo
Septiembre 2014

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