MI ESTRELLA




MI ESTRELLA


Ni el preciado oro rojo
de sus endebles estigmas,
con el delicado olor
de la rosa del azafrán
podrán hacer olvidar
el elixir que desprendía
el roce de tu cuerpo con el mío,
en aquella madrugada
con la lluvia resbalando
por los cristales de tu habitación,
como lágrimas de alegría,
dejándonos llevar por
nuestros instintos más primitivos,
haciendo pedazos el colchón.
Aquella madrugada fabricamos
nuestro primer amor,
temerario, puro, y a la vez,
lleno de imperfecciones.

Y te digo, que ya encontré
lo que esperaba
cada noche en mi balcón;
esa estrella fugaz
para pedirle un deseo
e intentar cerrar heridas
que solo conseguirá
una estrella
como lo eres tú.


Octubre 2014
Antonio Rodríguez Álamo

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