A MÍ

A MÍ

Fluir,
como fluye el agua
del caudaloso río de la vida.

Cambiar,
como cambia el semáforo
a verde su luz.

Despertar,
como despierta un bebé
en los brazos de su mamá.

Iluminar,
como ilumina la vela
incandescente del amor.

Caminar,
como el peregrino camina
por la solitaria senda.

Respirar,
como respira el pez
en el lago de la sabiduría.

Aceptar,
como el recluso acepta
la ausencia al recordar.

Perdonar,
como perdona el moribundo
en su lecho final.

Amar,
como amo tu piel
y no la dejo de añorar.

Paz,
como la que siento al escribir
este poema en mí caminar.

Antonio Rodríguez
Junio 2016