DESACOMPASADOS


DESACOMPASADOS

En ningún momento
bailamos al mismo ritmo.
Nunca fuimos acompasados
en la coreografía de la vida.
Nuestra canción sonando,
pero siempre estando,
uno de los dos,
en la ausencia del lugar.
Primero,
tú delante, cuidándome,
yo detrás, ignorándote.
Después,
yo delante, mimándote,
tú detrás, buscándote.
Siempre viajando
en el mismo tren
pero en distintos vagones.
Y casi sin darnos cuenta
nuestra canción,
dejó de sonar,
sin saber si en algún momento,
nuestro danzar
fuera la perfecta unión
de dos almas.
Dos almas,
que nunca
se podrán olvidar.


Antonio Rodríguez

(Junio 2017)

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